martes, 25 de noviembre de 2008

Un dia de mi rutina diaria (microrrelato)

Entré en el estanco. No entré por tabaco, no. Yo venía por a otra cosa. No soy de ese tipo de personas que sienten ese extraño amor por el tabaco.

En mi agenda agenda me tocaba entrar hoy aquí.
El recinto era extraño. Vendían todo tipo de cosas: juguetes, talco, globos, cuchillos, tabaco y lotería. Una buena mezcla.
Era un lugar pequeño y muy poco cuidado, como su dependienta.

La dependienta era una mujer gorda y poco preocupada por su imagen. Llevaba una camiseta a tirantes, que tenía una extraña mancha a un lado de su tripa. Tenia el pelo castaño y corto, además de muy grasiento. Parecía no haberse duchado en semanas.
Le pegaba más estar en una carnicería.
Ella estaba leyendo una de esas novelas cutres de un euro que había en el escaparate mientras el aire del ventilador le refrescaba de la ola de calor que golpeaba a la ciudad. La novela se titulaba "Destripamiento a media noche".

Pensé que era el momento. No había nadie más en el recinto y la dependienta no parecía que se diera cuenta de mi presencia. Apoyé la mano en el mostrador y adopté una actitud tranquila y despreocupada. La apariencia es algo importantísimo. Entonces le dije:

-¿Tiene alguna navaja?

Sin dejar de mirar al libro se dirigió a coger una, por supuesto, de las caras. Pero eso no me importaba.

-Quince euros.-dijo otra vez sin dejar de mirar al libro.

Saqué el cuchillo para comprobar si serviría. No muy larga, ligera, discreta ... Si, era perfecta.

-¡Arriba las manos, esto es un atraco!

1 comentario:

lengua 1c dijo...

Muy bien me ha gustado mucho por cómo está redactado.


Carlota Carrillo.