martes, 25 de noviembre de 2008

El destripamiento de un crimen

Los padres del recién nacido yacían en el suelo. El pequeño se agitaba hambriento. Saqué la agenda y empecé a anotar todas las pistas. ¿Quién iba a querer hacer una cosa así? Sería un accidente, quizás, pero era demasiada casualidad.
- Agente-grité- déle de comer a este infeliz.
Recorrí la casa observando y anotando todas las pistas que encontraba. Llamé a sus habitantes.
- Ya he destripado el asunto. Ustedes dos son los culpables.
- ¿Nosotros?, ¿Cómo íbamos a hacerlo? ¡Eran nuestras mascotas!
- Si claro, pero con sus descuidos lo han hecho posible. La señora no recogió los polvos talco que cayeron en el suelo del baño después de depilarse, y usted, no debería fumar en casa, y mucho menos no recoger el tabaco. Todos los padres aman a su bebé y ese amor les llevó a la muerte. Los hamsters fueron a buscarle alimento y no encontraron mas que talco y tabaco. Sus estómagos no han podido digerirlo. Eso ha sido su fin.





Rocío Berrade Asín
1º C

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