La sombra de Marcos se aburría. No quería seguir pegado a su dueño, así que un día decidió separarse de él. Estuvo pensando días y días y, al final se le ocurrió una diabólica idea. Marcos, solía ir a la ferretería a comprar herramientas, porque era mecánico. Entró en la ferretería y dijo: - Buenos días, me puede dar una llave inglesa, dos destornilladores y unos alicates por favor.
El dependiente le dio todo lo que le había pedido y Marcos le pagó. Antes de coger los cambios, Marcos escuchó una voz que le dijo que comprara también una sierra y, Marcos accedió a comprarla. Al llegar a casa a las 10:30 se fue a la cama, pensó en qué le pudo impulsar a comprar aquella sierra, y después de un rato se durmió. A la mañana siguiente Marcos se despertó, levantó la cabeza y vio la ventana abierta, la alfombra de su casa teñida de rojo y sus dos piernas, serradas.
1 comentario:
Iñaki has puesto el título en otro sitio lo has puesto donde tiene que ir el texto.
Carlota
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