martes, 31 de marzo de 2009
lunes, 30 de marzo de 2009
La sombra de Marcos de Laura Luna
La sombra de Marcos se aburría. No quería seguir pegada a su dueño, así que una noche se reunió con las demás sombras, aprovechando aquella oscuridad.
Algunas de las demás sombras les ocurría lo mismo que a la sombra de Marcos, resulta que sus dueños se pegaban todo el día frente a la pantalla del ordenador, y claro, las sombras se cansaban de estar con unos dueños.
Al final llegaron a un acuerdo entre ellas. Fueron al cielo y movieron la luna, de forma que cubriese al sol y no dejara pasar luz.
Su plan era astuto, ya que si no había luz, las sombras podrían vagar libremente por el mundo.
Durante un largo tiempo, el mundo se oscureció; las plantas se marchitaron; los animales y los hombres enfermaron; y apenas quedaban esperanzas de sobrevivir en la Tierra.
Las sombras se dieron cuenta de la importancia de la luz por que sin ella no eran realmente sombras, algunas sentían lastima por todos los seres vivos que carecían de salud, otras, simplemente echaban de menos a sus dueños, pero la sombra de Marcos se cegaba ante aquel espantoso mundo. No quería volver con Marcos y su ordenador, ya que le parecía que Marcos, más que ser una persona parecía una maquina.
Sin embargo, las demás sombras le convencieron para que le diese una última oportunidad a Marcos.
Cuando por fin amaneció después de una larga noche, Marcos fue corriendo al encuentro de su familia para ver cual era la situación, al ver que su familia se encontraba en perfecto estado, Marcos celebró una fiesta en honor al nuevo día.
Después de una larga noche, Marcos había despertado. Ahora aprovechaba su vida todo lo que podía. Para el cada día se izo una bendición, y no solo para él, también para su sombra.
Algunas de las demás sombras les ocurría lo mismo que a la sombra de Marcos, resulta que sus dueños se pegaban todo el día frente a la pantalla del ordenador, y claro, las sombras se cansaban de estar con unos dueños.
Al final llegaron a un acuerdo entre ellas. Fueron al cielo y movieron la luna, de forma que cubriese al sol y no dejara pasar luz.
Su plan era astuto, ya que si no había luz, las sombras podrían vagar libremente por el mundo.
Durante un largo tiempo, el mundo se oscureció; las plantas se marchitaron; los animales y los hombres enfermaron; y apenas quedaban esperanzas de sobrevivir en la Tierra.
Las sombras se dieron cuenta de la importancia de la luz por que sin ella no eran realmente sombras, algunas sentían lastima por todos los seres vivos que carecían de salud, otras, simplemente echaban de menos a sus dueños, pero la sombra de Marcos se cegaba ante aquel espantoso mundo. No quería volver con Marcos y su ordenador, ya que le parecía que Marcos, más que ser una persona parecía una maquina.
Sin embargo, las demás sombras le convencieron para que le diese una última oportunidad a Marcos.
Cuando por fin amaneció después de una larga noche, Marcos fue corriendo al encuentro de su familia para ver cual era la situación, al ver que su familia se encontraba en perfecto estado, Marcos celebró una fiesta en honor al nuevo día.
Después de una larga noche, Marcos había despertado. Ahora aprovechaba su vida todo lo que podía. Para el cada día se izo una bendición, y no solo para él, también para su sombra.
La sombra de Marcos- Marina de Diego
La sombra de Marcos se aburria. No queria seguir pegada a su dueño, a si que un dia decidio separarse de su dueño. Se dio una vuelta por Carlos III, la parte vieja, y fue a mirar alguna tienda de las del centro.
Pensó, que ya que no veia desde hace mucho a su madre sombra, iba a ir a verla. Pero habia un problema: no sabia donde estaba, y ademas, no podia ir a buscarla.
Se dió cuenta de que sin su dueño no era el mismo porque se sentia solo, sin alguien que le acompañara, y que le guiara, porque la sombra no tenia sentido de la orientación.
A si que se fue hacia casa, pero... no sabia donde estaba ni el, ni la casa.
Por eso nunca mas se a vuelto a separar de Marcos, su dueño.
Pensó, que ya que no veia desde hace mucho a su madre sombra, iba a ir a verla. Pero habia un problema: no sabia donde estaba, y ademas, no podia ir a buscarla.
Se dió cuenta de que sin su dueño no era el mismo porque se sentia solo, sin alguien que le acompañara, y que le guiara, porque la sombra no tenia sentido de la orientación.
A si que se fue hacia casa, pero... no sabia donde estaba ni el, ni la casa.
Por eso nunca mas se a vuelto a separar de Marcos, su dueño.
FIN
LA SOMBRA DE MARCOS, POR IÑAKI REDÍN
La sombra de Marcos se aburría. No quería seguir pegado a su dueño, así que un día decidió separarse de él. Estuvo pensando días y días y, al final se le ocurrió una diabólica idea. Marcos, solía ir a la ferretería a comprar herramientas, porque era mecánico. Entró en la ferretería y dijo: - Buenos días, me puede dar una llave inglesa, dos destornilladores y unos alicates por favor.
El dependiente le dio todo lo que le había pedido y Marcos le pagó. Antes de coger los cambios, Marcos escuchó una voz que le dijo que comprara también una sierra y, Marcos accedió a comprarla. Al llegar a casa a las 10:30 se fue a la cama, pensó en qué le pudo impulsar a comprar aquella sierra, y después de un rato se durmió. A la mañana siguiente Marcos se despertó, levantó la cabeza y vio la ventana abierta, la alfombra de su casa teñida de rojo y sus dos piernas, serradas.
LA SOMBRA DE MARCOS POR ANE MOLINA
La sombra de Marcos se aburría. No quería seguir pegada a su dueño, así que un día, cogió las tijeras del cajón y se soltó del cuerpo de Marcos. Cogió sus enseres. Tampoco eran muchos. Su paraguas, la maleta, la ropa...Todo con lo que tiene que vestirse para imitar al individuo. Salió a la calle. Todo estaba oscuro. De repente, vió a un policía correr tras una farola. Allí había una pobre niña vagabunda sin sombra (como Marcos). La sombra, sin pensárselo dos veces,corrió. Se disfrazó de la niña y despistó al policía. La niña se salvó y la sombra vio que en la calle había grandes peligros que una sombra tenía que solucionar. Seguramente, algún día Marcos necesitara su ayuda y si ella estaba por ahí, no podría salvarlo. Volvió a su casa, se metió en la cama con Marcos y a dormir. Mañana sería otro día.
martes, 17 de marzo de 2009
La sombra de Marcos.
La sombra de Marcos.
La sombra de Marcos se aburría. No quería seguir pegada a su dueño, así que se decidió a escaparse, sí estaba decidido esa noche se escaparía, estaba harto de hacer siempre lo mismo, ¡su vida era demasiado monótona! No quería seguir pegada a el.
Entonces esperó a que Marcos se durmiera. Se filtró por la ranura de la puerta y salió al pasillo sin hacer ruido. Sólo Chuqui, el perro de su tía, levantó un poco la oreja, pero al levantar la vista, no vio nada. La casa de la abuela de Marcos era una casa de pueblo suntuosa. Con una gran escalera central, y un pasamanos de una sola pieza, de cantos redondeados, de madera pulida y lacada. Subió por la escalera hasta arriba del todo. Se sentó sobre la barandilla, y antes de soltar las manos, recordó las veces que había deseado hacer eso que estaba a punto de conseguir. La tía de Marcos nunca les dejaba: “te vas a hacer daño, y encima, romperás algo, ¡seguro!”. Ahora no estaba Marcos, nadie le veía, era su ocasión. El no podía hacerse daño, y traspasaba los objetos así que no rompería nada. ¡Era su oportunidad! Inspiró y soltó las manos. Bajó rápidamente, uno, dos..., y ¡tres pisos!, todos seguidos, con todas las curvas. El instante fue magnífico, pero... demasiado corto. Lo repitió varias veces, pero seguía siendo demasiado corto. ¡Cómo le hubiera gustado que la abuela tuviera un rascacielos!
Se aburrió y pensó en otra cosa, aún más divertida. Pensó en hacerle rabiar a Chuqui, pero se dio cuenta que los ladridos iban a despertar a la familia, así que siguió pensando. “¡Ya está, comprobaré el funcionamiento de la luz de la nevera!”, su madre siempre decía “no abras la puerta, se escapa el frío” ¡Qué pesadas son las madres! No necesitaba abrir la puerta, podía entrar y comprobar. Entró. Todo estaba oscuro. Hacía mucho frío. Era evidente que sí, la luz apagaba. Y ahora, ¿qué? ¡Menudo rollo! ¡Me voy a la cama con Marcos! Ssssh... no hagas ruido despiertas a Chuqui...
Rocío Berrade Asín.
La sombra de Marcos se aburría. No quería seguir pegada a su dueño, así que se decidió a escaparse, sí estaba decidido esa noche se escaparía, estaba harto de hacer siempre lo mismo, ¡su vida era demasiado monótona! No quería seguir pegada a el.
Entonces esperó a que Marcos se durmiera. Se filtró por la ranura de la puerta y salió al pasillo sin hacer ruido. Sólo Chuqui, el perro de su tía, levantó un poco la oreja, pero al levantar la vista, no vio nada. La casa de la abuela de Marcos era una casa de pueblo suntuosa. Con una gran escalera central, y un pasamanos de una sola pieza, de cantos redondeados, de madera pulida y lacada. Subió por la escalera hasta arriba del todo. Se sentó sobre la barandilla, y antes de soltar las manos, recordó las veces que había deseado hacer eso que estaba a punto de conseguir. La tía de Marcos nunca les dejaba: “te vas a hacer daño, y encima, romperás algo, ¡seguro!”. Ahora no estaba Marcos, nadie le veía, era su ocasión. El no podía hacerse daño, y traspasaba los objetos así que no rompería nada. ¡Era su oportunidad! Inspiró y soltó las manos. Bajó rápidamente, uno, dos..., y ¡tres pisos!, todos seguidos, con todas las curvas. El instante fue magnífico, pero... demasiado corto. Lo repitió varias veces, pero seguía siendo demasiado corto. ¡Cómo le hubiera gustado que la abuela tuviera un rascacielos!
Se aburrió y pensó en otra cosa, aún más divertida. Pensó en hacerle rabiar a Chuqui, pero se dio cuenta que los ladridos iban a despertar a la familia, así que siguió pensando. “¡Ya está, comprobaré el funcionamiento de la luz de la nevera!”, su madre siempre decía “no abras la puerta, se escapa el frío” ¡Qué pesadas son las madres! No necesitaba abrir la puerta, podía entrar y comprobar. Entró. Todo estaba oscuro. Hacía mucho frío. Era evidente que sí, la luz apagaba. Y ahora, ¿qué? ¡Menudo rollo! ¡Me voy a la cama con Marcos! Ssssh... no hagas ruido despiertas a Chuqui...
Rocío Berrade Asín.

No puedo separarme de mi dueño
La sombra de Marcos se aburría. No quería seguir pegada a su dueño, así que un día decidió separarse. Intentó coger un cuchillo para separase pero…
¡¡¡era una sombra, no podía!!! Después de intentarlo un par de veces se rindió. Pensó en alguna otra táctica para separase. Se le ocurrió quedarse al otro lado de la puerta cuando el fuera a irse. Puso en función su nueva táctica pero… cuando iba a cerrar la puerta se pasaba al otro lado, con su dueño. Era inevitable no podía separarse.
La sombra no se rendía y se puso a pensar y pensar alguna otra forma pero ¿Cual? la sombra del hermano de marcos le aconsejó que cuando fuera a algún sitió muy oscuro se separase. La sombra de marcos se dejó llevar por el consejo. Y, cuando marcos iba por un túnel con el coche, intento saltar por la ventanilla, pero… se quedo atascada. Al final se dio cuenta de que no podía separase de su dueño, y se rindió.
La sombra de Marcos se aburría. No quería seguir pegada a su dueño, así que un día decidió separarse. Intentó coger un cuchillo para separase pero…
¡¡¡era una sombra, no podía!!! Después de intentarlo un par de veces se rindió. Pensó en alguna otra táctica para separase. Se le ocurrió quedarse al otro lado de la puerta cuando el fuera a irse. Puso en función su nueva táctica pero… cuando iba a cerrar la puerta se pasaba al otro lado, con su dueño. Era inevitable no podía separarse.
La sombra no se rendía y se puso a pensar y pensar alguna otra forma pero ¿Cual? la sombra del hermano de marcos le aconsejó que cuando fuera a algún sitió muy oscuro se separase. La sombra de marcos se dejó llevar por el consejo. Y, cuando marcos iba por un túnel con el coche, intento saltar por la ventanilla, pero… se quedo atascada. Al final se dio cuenta de que no podía separase de su dueño, y se rindió.
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